Hacia el final de la primera década de los 2000, el demógrafo
belga Michel Poulain estaba estudiando los modelos de
longevidad en algunas zonas de Cerdeña; una de ellas era la
Barbagia, en la provincia de Nuoro: Poulain la marcó en el mapa
con un círculo usando un bolígrafo azul, y de aquí proviene el
término Azule Zones (Zonas Azules). Poco tiempo después,
Buettner se interesó en este tema y decidió visitar la Barbagia con
el objetivo de entrevistar a algunos centenarios de la zona e
intentar entender si existen modelos de longevidad a nivel cultural
o de estilo de vida.
El territorio de Cerdeña es bastante especial: está aislado de la
parte continental, y por ello sus habitantes siempre han mostrado
recelo por los visitantes, llegando a desarrollar un estilo de vida
propio e incluso características genéticas diferentes del resto de
Europa. Por ejemplo, los sardos tienen más riesgo de contraer
esclerosis múltiple, pero en cambio tienen en promedio una
esperanza de vida más alta.
El estilo de vida de los sardos —sobre todo en la Barbagia— no
ha cambiado mucho en los últimos siglos. Aquí, las personas han
mantenido sus matices genéticos únicos, su aislamiento
económico y su compromiso con los valores sociales
tradicionales. Los ancianos se respetan y se consideran una
fuente de experiencia de gran valor; el clan familiar es de vital
importancia y la comunidad depende de leyes no escritas.
En el corazón de la Zona Azul sarda, en la Barbagia, existen
pueblos como Fonni, Gavoi, Villagrande Strisaili, Talana o Arzana.
Explorando estos pueblos, Buettner tuvo la posibilidad de hablar
con varios centenarios, hombres y mujeres. Tendencialmente, la
mayoría de ellos comen junto a sus familiares y pasan mucho
tiempo con los amigos.
Parece que todos trabajaron duro durante su vida laboral, las
mujeres cuidando de la casa y los hombres de los animales. Sus
vidas se han desarrollado alrededor de rutinas diarias y
estacionales sencillas pero consolidadas; se casaron y tuvieron
hijos, la mayoría de los cuales ahora cuidan de ellos.
Pasando algunos días con los habitantes de la Barbagia, como
por ejemplo Tonino Tola, Buettner descubrió que la alimentación
típica sarda suele ser más baja en grasa respeto a los estándares
europeos y se basa en ingredientes sencillos, como el queso
pecorino que es rico en omega-3.
La leche de cabra es la que más se consume en esta zona y esto
podría ser una de las causas de que la Barbagia sea una Zona
Azul: parece que las cabras de esta zona se alimentan con una
planta endémica que tiene propiedades antibacterianas y
antiinflamatorias.
También el aceite de lentisco que se utiliza en esta zona tiene
propiedades antibacterianas y antimutagénicas.
El pastoreo no es una actividad cansadora ni estresante, y
quienes se dedican a la misma recorren varios kilómetros
diariamente en la naturaleza áspera de Cerdeña. De hecho
consiste en una actividad de bajo impacto que refuerza los
huesos y los músculos sin dañar las articulaciones.
Es una vida tranquila y sin estrés, aunque este último lo sufren
más las mujeres ya que están en casa encargándose de las
finanzas y la familia; tal vez es por este motivo que aquí, a
diferencia de lo que ocurre normalmente, el número de hombres
centenarios es parecido al de las mujeres.
Existen otras dos características que hay que tener en cuenta en
la Zona Azul de la Barbagia. La primera es el apego a la familia:
casi siempre, los ancianos se quedan en casa de los hijos, y por
lo tanto tienen la posibilidad de participar en la vida familiar, de
involucrarse en el crecimiento de los nietos, de amar y sentirse
amados y de tener un objetivo.
Por último, los sardos de Barbagia tienen un temperamento tenaz
y testarudo que les ayuda a disminuir el estrés, además de que su
ironía hace que haya pocas discusiones y aprecien mejor lo que
tienen.
Estas áreas del mundo donde las personas tienen vidas más
largas, que si lo comparamos con el promedio de esperanza de
vida de 77 años en los EE.UU. llegando constantemente a los 100
años según los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC).
Buettner y su equipo identificaron cinco de esas Zonas Azules.
"No solo se trata de vidas más largas, sino también saludables ",
dice Caitlin McAfee, dietista de bienestar del Hospital Houston
Methodist. "Además, las personas que viven en estas zonas son
mucho menos propensas a sufrir enfermedades crónicas".
Eso es envidiable dado que 6 de cada 10 adultos en los Estados
Unidos tienen al menos una afección de salud crónica, que
incluye diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, demencia, y 4
de cada 10 tienen dos o más afecciones.
¿QUÉ NOS ENSEÑAN LAS ZONAS AZULES SOBRE EL
ENVEJECIMIENTO SALUDABLE?
El equipo de Buettner identificó nueve principios saludables,
llamados “The Power 9”, que consideran el principio de vida en la
Zona Azul:
1. Hacer del movimiento parte natural del día
2. Conoce tu propósito en la vida
3. Priorizar el alivio del estrés
4. No comer hasta llenarse, sino hasta estar a un 80%
5. Consumir una dieta primordialmente basada en plantas
6. Beber alcohol con moderación
7. Conexión con la comunidad
8. Priorizar a la familia (ya sea biológica o elegida)
9. Elegir círculos sociales que apoyen comportamientos saludables
Las cinco Zonas Azules se encuentran en:
Cerdeña, Italia – Lugar de los hombres más longevos
del mundo
Okinawa, Japón – Lugar de las mujeres más longevas
del mundo
Loma Linda, California – Comunidad de los
Adventistas del Séptimo Día, quienes viven 10 años
más, que el estadounidense promedio
Ikaria, Grecia – Pequeña comunidad insular con tasas
significativamente reducidas de enfermedades
crónicas comunes
Nicoya, Costa Rica – Área donde las personas tienen
más del doble de probabilidades, que los
estadounidenses, de alcanzar los 90 años de edad
Algunas ideas de vida saludable para comenzar:
Camina, nada, cultiva el jardín o encuentra alguna otra forma de
actividad física que disfrutes
Encuentra un compañero de actividades
Establece recordatorios cada hora para ponerte de pie y moverte
Aumenta la cantidad de verduras en cada comida
Trata de comer a base de plantas una vez a la semana
Tómate el tiempo para aliviar el estrés
Practica la atención plena (Mindfulness) y el diálogo interno positivo
Trabaja en la mejora de tu sueño
Juega un juego mental
Desconéctate de la tecnología cuando estás con familiares y
amigos
Planifica el tiempo que dedicas a tus seres queridos
Ofrécete como voluntario en tu comunidad
Únete a un grupo local, como un club de caminatas, un grupo de
jardinería o una organización religiosa
https://4books.com/es/libro/el-secreto-de-las-zonas-azules
https://es.scribd.com/document/323250768/Zonas-Azules-Longevidad-DOC